No se sabe, se adivina
No se sabe, se adivina un cuerpo desorientado, una ración de pecado, un frío como de muerte, un golpe deSeguir leyendo
No se sabe, se adivina un cuerpo desorientado, una ración de pecado, un frío como de muerte, un golpe deSeguir leyendo
La luz del sol del color de la cerveza y un cielo pálido y volutas de cirros tan altos queSeguir leyendo
A media tarde se pone a llover –una lluvia fina, densa, menuda, pausada–. No corre ni pizca de aire. ElSeguir leyendo
Frío intenso que hacía cuando llegamos a aquella ciudad. Día de invierno, entrecruzado de ráfagas heladas y de brillantes rayosSeguir leyendo
La muerte repitiéndose en el eco de cada silencio de cada melancolía de cada pausa de cada disparo de todosSeguir leyendo
La historia es ésta. Una tarde, al volver, el mar empezó a picarse, el agua se puso de un verdeSeguir leyendo
Llegaron al canal por la brecha que sube al río, con las hondas prestas para la batalla y los ojosSeguir leyendo
No existe sobre la tierra un tema sin interés; lo único que puede existir es una persona sin interés, diceSeguir leyendo
Viví entonces una época de exaltación extraordinaria, debida en parte a la influencia de un pequeño grupo de pasiones dispersasSeguir leyendo
Reconstruida, pero, para el caso, como si fuese nueva. Daba gusto verla. Daba gusto verla por virtud de la casualidadSeguir leyendo