Cuadernos de la cárcel. Tomo II. Cuaderno 3, 1930.
[33] Algunas causas de error. Un gobierno, o un hombre político, o un grupo social, aplica una disposición política o económica. De ahí se sacan demasiado fácilmente conclusiones generales de interpretación de la realidad presente y de previsión del desarrollo de esta realidad. No se tiene suficientemente en cuenta el hecho de que la disposición aplicada, la iniciativa promovida, etcétera, puede haberse debido a un error de cálculo, y no representar por lo tanto ninguna «actividad histórica concreta». En la vida histórica, como en la vida biológica, junto a los que nacen vivos existen los abortos. Historia y política están estrechamente unidas, incluso son una misma cosa, pero hay que distinguir en la apreciación los hechos históricos y los hechos y actos políticos. En la historia, dada su larga perspectiva hacia el pasado y dado que los resultados mismos de las iniciativas son un documento de la vitalidad histórica, se cometen menos errores que en la apreciación de los hechos y de los actos políticos en curso. Por ello, el gran político no puede dejar de ser «cultísimo», esto es, debe «conocer» el máximo de elementos de la vida actual; conocerlos no «librescamente», como «erudición», sino en forma «viva», como sustancia concreta de «intuición» política (sin embargo, para que se conviertan en él en sustancia viva de «intuición» será preciso aprenderlos también «librescamente»).
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Cuadernos de la cárcel. Tomo II. Cuaderno 3, 1930.
[33] Algunas causas de error. Un gobierno, o un hombre político, o un grupo social, aplica una disposición política o económica. De ahí se sacan demasiado fácilmente conclusiones generales de interpretación de la realidad presente y de previsión del desarrollo de esta realidad. No se tiene suficientemente en cuenta el hecho de que la disposición aplicada, la iniciativa promovida, etcétera, puede haberse debido a un error de cálculo, y no representar por lo tanto ninguna «actividad histórica concreta». En la vida histórica, como en la vida biológica, junto a los que nacen vivos existen los abortos. Historia y política están estrechamente unidas, incluso son una misma cosa, pero hay que distinguir en la apreciación los hechos históricos y los hechos y actos políticos. En la historia, dada su larga perspectiva hacia el pasado y dado que los resultados mismos de las iniciativas son un documento de la vitalidad histórica, se cometen menos errores que en la apreciación de los hechos y de los actos políticos en curso. Por ello, el gran político no puede dejar de ser «cultísimo», esto es, debe «conocer» el máximo de elementos de la vida actual; conocerlos no «librescamente», como «erudición», sino en forma «viva», como sustancia concreta de «intuición» política (sin embargo, para que se conviertan en él en sustancia viva de «intuición» será preciso aprenderlos también «librescamente»).
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