Apenas el viento barrió con la neblina y fue entonces que entendí. Lo comprendí todo de un solo golpe. Al instante. Ahí estaba esa certeza tan buscada pero que nunca se me pudo configurar con la determinación requerida para salir por sí misma a la luz. Era necesaria la disipación de la neblina para que entonces, para que entonces pudiera yo tocar roca firme, vamos a decir. Ahí estaba la certeza. Y eras tú la que estaba ahí. Esa certeza eras tú. Eres tú. Serás tú.
El sol apenas anunciaba su refulgencia, insinuándose tímidamente por el horizonte de un alba que era todavía demasiado fría. El cielo era una mezcla de luminosidades entre tornasoladas y magenta, con el trazo soberbio de fondo y como contexto de una hilera de montañas dispuestas como flanco fundamental de recubrimiento generador de un confín y de un ámbito, de una atmósfera propicia para tocarte a solas y en silencio.
A solas y en silencio, a solas y en silencio, a solas y en silencio fue entonces que yo, ángel bello y ángel mío, a solas y en silencio fue que yo entonces te toqué.
Baena/ICR | Noviembre 8, 2021.
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Apenas el viento barrió con la neblina y fue entonces que entendí. Lo comprendí todo de un solo golpe. Al instante. Ahí estaba esa certeza tan buscada pero que nunca se me pudo configurar con la determinación requerida para salir por sí misma a la luz. Era necesaria la disipación de la neblina para que entonces, para que entonces pudiera yo tocar roca firme, vamos a decir. Ahí estaba la certeza. Y eras tú la que estaba ahí. Esa certeza eras tú. Eres tú. Serás tú.
El sol apenas anunciaba su refulgencia, insinuándose tímidamente por el horizonte de un alba que era todavía demasiado fría. El cielo era una mezcla de luminosidades entre tornasoladas y magenta, con el trazo soberbio de fondo y como contexto de una hilera de montañas dispuestas como flanco fundamental de recubrimiento generador de un confín y de un ámbito, de una atmósfera propicia para tocarte a solas y en silencio.
A solas y en silencio, a solas y en silencio, a solas y en silencio fue entonces que yo, ángel bello y ángel mío, a solas y en silencio fue que yo entonces te toqué.
Baena/ICR | Noviembre 8, 2021.
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