Fragmentos a su imán

Íbamos para todo

Íbamos para todo lo que necesitábamos. En el trazo de sus líneas fundamentales, la situación ofrecía un perfil inusitado, expectante y hasta misterioso, tenue y vamos a decir que lleno de neblina. Todo indicaba que aquel presagio estaba por cumplirse sin que nada ni nadie pudiera detenerlo, como si se tratara de un designio absorbente y poderoso, y configurador de destino y por eso entonces, también, un poco anhelante.

Yo no sé si era la primera vez. No podía saberlo entonces. Era obvio, pues la ponderación de una situación, de un acontecimiento, sólo puede hacerse a posteriori, así como sucede según dijera Simón Bolívar con las revoluciones, que hay que verlas de cerca, pero juzgarlas de lejos. Pues algo así más o menos.

Entonces llegaste tú. Eso sí lo sé con la rotundidad de una avalancha. Llegaste tú y yo quedé vencido para siempre eso sí lo sé.

Moehringer/ICR | Noviembre 1, 2021

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